lunes, 17 de julio de 2017

¿CUANDO FUE LA ULTIMA VEZ QUE HICISTE ALGO POR PRIMERA VEZ?



TRIATLON ALHAMA DE MURCIA
24 de junio de 2017



"UN RETO MÁS CUMPLIDO..., LO HAS ACABADO"...
este fue el pensamiento que se cruzó por mi cabeza al cruzar la línea de meta del Triatlón de Alhama de Murcia, tras 46 largos minutos de tensión, agobio, alegría, alivio, orgullo, felicidad...y algo de miedo...





Fue hace un mes y medio estando en Francia, en el Campeonato del Mundo de Joëlette cuando vi ese cartel, el cartel que anunciaba de nuevo ese triatlón especial de promoción de Alhama de Murcia, ... automáticamente se me hizo un nudo en la garganta y de golpe a mi cabeza llegaron miles de recuerdos de aquel día del año pasado, el día en que esta #mamarunner cruzó la línea de meta de un triatlón por primera vez...

Dicen que la primera vez nunca se olvida y es cierto,... esa primera vez animada por el benjamín de mi casa fue bastante especial,... con mil y un miedos que me inundaban y en plena inmersión de ese reto de las doce medias maratones que marcó de una forma muy bonita mi vida...


Guardo muchos recuerdos de ese día, unos bonitos, otros de la tensión que sentí, guardo la amistad de la buena gente que hizo de anfitriones aquel día, gente que logró transmitirme la pasión por un deporte en mayúsculas, conocí a parte del equipo del Alhama Triatlón,   Santi  Liétor, Pepe Muñoz, Laura Rubio, Ana Peña, Myriam Cánovas y sobretodo a Sergio Pardo que no cesaron en darme ánimos a pesar de las carencias que llevaba, me dieron una acogida tremenda, me convencieron de que podía hacerlo y que no era la única loca que se disponía a hacerlo por primera vez. Aun sigo los pasos de todos ellos por las redes sociales y cuando veo a alguno de ellos en los triatlones en los que también participa mi hijo, mi cara se ilumina de alegría al verlos al pie del cañón..

Fue allí donde conocí también a David Pedregosa, un fotógrafo increíble que es capaz de captar ese esfuerzo, ese miedo y esa felicidad mezclada en el triatlón... a día de hoy sigo sin tener esa foto favorita, pues creo que rompo todas las cámaras por muy expertas que sean las manos que las disparan, sin embargo, se me cae la baba cada vez que veo una foto de triatlón de mi hijo Miguel.. cosas de mamas..

Y allí en Francia lo decidí: "tengo que hacer de nuevo ese triatlón..." y de nuevo ese:
¿Cómo demonios me he metido yo en este berenjenal?

Llegó ese 24 de junio por la tarde con unos 38º, me levante nerviosa y esos nervios fueron creciendo hasta que al llegar a Alhama ya se habían adueñado completamente de mí.

Fuimos directos a recoger los dorsales, el de mi hijo y el mío...yo miraba a Miguel,  él estaba feliz, tranquilo y deseando meterse en aquella piscina, estaba disfrutando ese momento y sin embargo yo tenía todo el cuerpo agarrotado, la cara constreñida y el estómago subido en lo alto de la montaña rusa...

Allí se nos unió Bea, mi chica de oro, con la que he compartido horas y horas de entrenos en la piscina y a la que tengo que agradecer, el que a día de hoy, sepa cambiar los piñones en una bici...aunque me falte pulir la técnica..

Ella ya había metido su bici en boxer pero nos acompaño a los nuestros; me faltaban manos para llevar la bici, el casco, las zapatillas, las gafas, el dorsal y todo se me resbalaba...y además tenía que memorizar mi sitio en el box intenté recordarme a mi misma que esto no era nuevo para mi, que ya había pasado por esto hace un año, si entonces pude hacerlo..., ¿porque no ahora?

Salimos de aquella zona para esperar el turno de nuestra salida, salude a muchas chicas del Alhama Triatlón y otras como Ana Cano a las que voy siguiendo a través de las redes sociales, todas ellas me daban ánimos, y bromeaban conmigo recordándome que era #mamarunner que después de hacer un gran reto como el de las 12 medias maratones esto era pan comido para mi...Vaya tela!!, y yo temblando por dentro... si ellas supieran!!!

Por fin llego el turno de nuestra salida, nos metimos en aquella piscina, sonó la canción de "Piratas del Caribe" y justo después, el sonido de unos latidos del corazón.... los míos iban a mil por hora y así hice los primeros 50 metros, después baje el ritmo porque el agobio fue tan grande que de verdad pensé que no saldría de aquella piscina..., mi cabeza solo pensaba:  "Venga Pilar son solo 12 largos puedes con ellos, lo has hecho antes!!"..., pero esos 300 metros se me hicieron interminables, ... cogí impulso y salí disparada de aquella piscina, cabreada conmigo misma, diciéndome perros judíos por lo mal que lo había hecho, a pesar de no ser la última en salir,  pero el enfado fue tal, que subí a la bici como si no hubiera un mañana y pase la primera vuelta casi sin darme cuenta, ya en la segunda vuelta del segmento de ciclismo, fui consciente de las chicas a las que estaba adelantando en aquella subida, pegué un bote muy cerca de la ultima rotonda y fue entonces cuando me di cuenta de que algo le estaba pasando a mi bici..., encaré la rotonda y escuche la explosión.., efectivamente había  pinchado...

Por mi cabeza en ese momento pasaron tantas cosas a la vez que soy incapaz de describirlas todas, jamás he pinchado y tengo que venir a hacerlo precisamente ahora...
me baje de la bici y miré al juez que había en la rotonda desesperada..., no tenia ni idea de que hacer, ¿como se abandonaba una prueba?...,
yo nunca he abandonado una prueba...aquel hombre  me miró y no sé que fue exactamente lo que vio en mi cara..., fue entonces cuando me gritó: " si puedes... ¡¡¡corre con ella!!!"

No me lo pensé dos veces, la cogí en peso y corrí con ella los 200-300 metros que me separaban de la entrada en boxer...,  las piernas me ardían estaban rígidas, parecían bloques de hormigón y mi brazo derecho estaba en tensión con el peso de la bici, recordé todos los kilómetros que había hecho en Francia tirando de la joëlette y con mucho más peso, así que fui convenciéndome de que podía hacerlo, podía llegar a boxer..., me faltó llorar...

Cuando vi a Sergio Pardo en la entrada del recinto mirándome con la bici a cuestas, fui consciente de que había llegado, escuché sus ánimos alto y claro y poco después los de mi marido, mi hijo y los chicos del Triatlon Lorca.., me vine arriba otra vez...deje la bici, me quité el casco, le di la vuelta al dorsal y salí disparada, intentando que mis piernas fuesen más rápido, pero pesaban horrores...
pasé por debajo de aquella ducha, que agradecí muchísimo, porque el calor era tremendo, estábamos a 38º y así comencé a subir la cuesta...fue cuando me crucé con Bea, pues ella ya estaba bajando metida en un grupo de chicas con un ritmo mucho más fuerte que el mío y me alegré de verla peleando tan cerca de meta ya..
Tomé aire y comencé a bracear convenciéndome de nuevo que podía hacerlo, adelanté a dos chicas en la subida y ya al girar y comenzar a bajar, mis piernas parecía un poco, solo un poco más ligeras y seguí avanzando hasta llegar al lado de Eva, hablé con ella intentando animarla y avancé hasta llegar a la curva donde entrábamos en el polideportivo...
Ya se veía la alfombra roja que te llevaba a meta y se escuchaba a toda la gente animando, se escuchaba la música que te indicaba que estabas cerca..., recuerdo que fue ese momento donde tomé aire otra vez, preparada para entrar en sprint, adelantando allí mismo a otra chica y avance tan rápido como mis piernas me dejaban, crucé ese arco de meta invadida por esa sensación de felicidad, de orgullo por haberlo conseguido, emocionada por escuchar los gritos de mi hijo Miguel y de mi marido...

y allí dentro de la línea de meta me esperaba Bea, mi compi de batalla en este tremendo reto, nos abrazamos y fuimos directas al puesto de bebida y fruta, pues me moría de sed y aún estaba temblando del esfuerzo y de la tensión vivida...
Siento no tener ninguna foto de aquel abrazo, pues fue la guinda de muchos meses de entrenos compartidos, de horas de piscina, de salidas en bici, de caídas en bici, de tardes de gimnasio y kilómetros recorridos...

Todos tenemos sueños...pero para convertir los sueños en realidad, se necesita una cantidad de determinación, dedicación, autodisciplina y esfuerzo..., y eso fue lo que hicimos juntas ....












Eche de menos en ese momento mucho a mi rubia loca, mi Conchi, que tantas horas había compartido con nosotras para superar este reto..


Como dice el cuento de Alicia en el País de las Maravillas..., ¡Que extraño es todo hoy! ¡Y ayer, en cambio, era todo normal!, ¿Habré cambiado durante la noche? Vamos a ver: ¿era yo la misma al levantarme esta mañana? Casi creo recordar que me sentía un poco distinta. Pero si hoy soy la misma, la pregunta es la siguiente: ¿Quién diablos soy?... ¡ese es el gran enigma Alicia!...


Pues así me siento después de cruzar ese arco de meta: soy la misma de siempre pero "distinta"...


O como dicen todas las chicas del trialhama: "te ha picado el bicho del triatlón"... es posible, ha sido una experiencia increíble, una mezcla explosiva de sensaciones y sentimientos...
y aprovecho estas líneas del blog para agradecer a todas estas chicas que compartieron conmigo la experiencia..., gracias por vuestro animo y apoyo... gracias por compartir esta locura conmigo..






CREO QUE SI, QUE HAS PERDIDO LA CABEZA....ESTAS COMPLETAMENTE LOCA..., PERO TE DIRÉ UN SECRETO: LAS MEJORES PERSONAS LO ESTÁN




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